Thinking
Movilidad: la experiencia como oportunidad
We use cookies to help you navigate efficiently and perform certain functions. You will find detailed information about all cookies under each consent category below.
The cookies that are categorized as "Necessary" are stored on your browser as they are essential for enabling the basic functionalities of the site. ...
Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.
Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.
Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.
Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.
Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.
Movilidad: la experiencia como oportunidad
Uno de los fenómenos propios del cambio de época que atraviesa el mundo globalizado es la evolución y crecimiento de la movilidad como un servicio. En el año 2019, Uber entraba por primera vez en Best Global Brands, el ranking elaborado por Interbrand que recoge las 100 marcas más valiosas del mundo, lo que reflejaba la consagración de una de las enseñas que más ha contribuido a revolucionar el sector del transporte de personas.
Podría parecer que el panorama hubiera cambiado de repente, aunque, en realidad, existen diversos factores que explican la llegada de nuevos players, ajenos al transporte tradicional, que están creando marcas para hacerse un hueco en la industria de la movilidad:
Todo cambio que se produce en el entorno que nos rodea genera una reacción en las actitudes y en los valores de las personas que catalizan posteriormente las transformaciones en marcas y negocios:
En definitiva, la mutación del entorno explica el auge del sector MaaS (Mobility as a Service), en el que la marca va a jugar un papel fundamental para adelantarse a un consumidor que priorizará la experiencia omnicanal, sostenible, personalizada, única y memorable, que haga su vida más fácil y entretenida. En consecuencia, las marcas tradicionales están abandonando el escenario donde marca y experiencia no se tenían en cuenta para llegar a otro donde es necesario construir marca, diferenciación y experiencia de cliente.
Para muestra, la aparición de Uber o Cabify, mucho mejor preparadas para este momento que el tradicional sector del taxi. O el desarrollo de productos y servicios innovadores por parte de las tecnológicas para enriquecer la experiencia a bordo de un vehículo, con los fabricantes tradicionales esforzándose por adaptarse. O el nacimiento de aerolíneas como Surf Air, que gracias a un servicio de suscripción mejoran notablemente la experiencia del viajero en una industria donde pasar por un aeropuerto sigue siendo un tedioso y prolongado pain point.
Para hacer frente a este nuevo escenario, son tres los pilares con los que las marcas que ya operen o que piensen operar en este “nuevo” sector de la movilidad tienen que trabajar:
Consumidor. Es imprescindible, hoy más que nunca, crear y nutrir una relación permanente, de co-creación, con los consumidores, porque solo de la detección rápida de sus necesidades podrán llegar soluciones que realmente les satisfagan. Además, En el caso de la movilidad, existen diferencias bastante notables entre diferentes targets. Según la customer agency C Space, la Generación Z no se inclina por la compra de vehículos y prefieren las apps de movilidad y modelos de suscripción. Pero en el caso de los millennials la cosa cambia, ya que sí se aprecia una tendencia mayor hacia la compra, aunque esta se produzca más tarde que en generaciones anteriores. Por otro lado, ninguna marca puede pasar por alto que las soluciones de movilidad están, de momento, extendidas en los núcleos urbanos; por lo tanto, existe todavía un segmento rural que sigue comprando vehículos, así como el target mayor de 50 años, que todavía conserva un vínculo emocional fuerte con sus marcas automovilísticas favoritas.